Nos hociquean los monstruos en una citacion enamorando chicas

Nos hociquean los monstruos en una citacion enamorando chicas

Vidas

Te tiro agua en el cuello, empezas a escupir, queres echar el pancho sobre arena que sentis en la garganta, un ladrillo exaltado sobre dolor y dudas.

14 sobre marzo de 2021

“Tengo frio”, suspira Fero, mirando el casa, sentado, las botines puestos, 2 elefantes hundiendole las hombros; en su cabecera, un Parque Chas de panico sin nombre.

No lo veo, sin embargo Tenemos algo fino que se le rompio, un patin que se solto y lo dejo realizando malabares en la viga maestra de la reforma. Dale Peran, dale, move dale que nunca Tenemos paravalancha en que lugar agarrarse.

No obstante Peran nunca conoce que carajo efectuar. Incluso hace cinco minutos estabamos en el medio de un picado sideral, tan apasionante como pueril, la Champion semanal desplazandolo hacia el pelo Hoy estas asi, descangayado y fane, y no ha transpirado el Oraculo que nos lleva te tienta con un boleto prematuro de el ferrocarril bala.

Te hablo, te cuestiono, nada apenas moves la comienzo. La chica de estas canchas duda En Caso De Que llama a la ambulancia. Si, le decimos que si, aunque nunca sabemos que carajo pasa. ?te duele el brazo? pregunto, por motivo de que alguna oportunidad escuche que si te duele el brazo, el izquierdo, o si se te despliega un hormigueo, entonces si, Don Infarto te esta cantando la falta. Sin embargo no, no te duele, indicas, negando escasamente con la cabecera, porque aparte, ?como corno vas a tener un infarto, En Caso De Que tenes 42, En Caso De Que inclusive ayer estabamos tomando morapio y trozando un costillar, si primeramente sobre la Pandemia hicimos pogo en el Malvinas con “Mas o menor bien”, En Caso De Que te queda un paraiso de dominar, un conjunto sobre viajes, sobre porros, sobre universo? Sin embargo seguis mirando de debajo, te tiramos agua en el cuello, vos empezas a escupir, queres expulsar el pancho de arena que sentis en la garganta. Ademi?s el incendio forestal, un ladrillo enardecido sobre dolor asi­ como dudas.

Miro al resto. Tenemos uno que dice que semejante ocasii?n seri­a un ataque de panico, hay otros que siguen en la cancha, pateandole a un arquero. Un par buscan reemplazantes, quedaron manija. Por las proximidades, la noche crepita, la pelota salpica entre la luna desplazandolo hacia el pelo la alfombra.

La ambulancia no viene desplazandolo hacia el pelo te acurrucas cada vez mas. Te hablo sobre Bochini, de Bertoni, del punto a la Juventus en el 73, que no vi inclusive que llego YouTube. Pruebo mas el frente del manillar, con Percudani asi­ como el punto en Japon al Liverp l. Te chupa un huevo. No se si posee interes, aunque te libre los botines. Levanto tus pies, son dos Lanatas.

Alli me acuerdo que llevaste a tu amigo Juan a la manana a realizarse un By Pass, a la monticulo de el orto, con este sofoco formoseno y tu mecha sisa para el circulacion. Ademas me acuerdo que realiza escaso que volviste sobre trabajar en la Costa asi­ como que todavia debes continuar mareado en ese vertigo turbio de adelantar miles de penales -desde Platon al bife- que implica acontecer cronista en periodo. Sobre lo que no me consenso o, preferible refran, lo que relego sobre mi aparato sobre pensamiento por motivo de que el separado hecho sobre considerarlo podria abrirle la jaula al lobo, podri­a ser el ano anterior detectaron que, alla en el cuore, tenias un ruleman empastando la circulacion. Y que tomas una pasti que lubrica todo. “desplazandolo hacia el pelo si, semejante ocasii?n seri­a un ataque de panico”, le digo a Lucas. Somos psicologos en shorts, menos rigor nunca se alcanza. Equi, con las rulos y sus gafas de ver -juega al futbol con ellas-, se impacienta la ambulancia no llega. Alla lejos -estamos en un predio enorme- hay un brillo que titila. Seri­a la ambulancia. Equi sale disparado de indicarle como alcanzar, aunque la luz roja no avanza. a las cinco min. vuelve frustrado. Era la brillo sobre una antena extravio. Me siento un pelotudo. Equi llama a la central de Urgencias. “No, aun nunca salio el movil”. Cuando sisa me dice “Llevemoslo”. Desplazandolo hacia el pelo si, dale. ?Donde? Al Cemic, queda aca cercano. Presto. Hay que cargarlo, el auto lo tengo a mas sobre 100 metros asi­ como nunca lo podria juntar. Alla vamos. ?Como se intenta un ataque de panico?

Caminamos lento con Lucas llevandolo a Fero, individuo a cada aspecto. Seri­a igual que cargar un castillo. Hacemos pasos escuetos, y miro mi auto colorado igual que quien mira la orilla que da la impresion alejarse. La travesia homerica. Debajo Tenemos piedras cortadas a cuchillo y no ha transpirado hacemos ruido cuando caminamos. Entonces ocurre Fero se detiene, reclina su frente referente a mi asi­ como desata un desconsuelo milenario asi­ como fetal, un llorera que no entra ni en mi hombro ni en el predio ni en el mundo, un gemido arrasador, empetrolado de recelo y no ha transpirado sobre amargura, alguna cosa que no se parece a nada. Las esquimales distinguen treinta tipos sobre blanco. Ese lloro, que evocado hoy rastrilla con el tiempo filo que tuvo entonces, fue unico en su especie. Me quiebro, aunque nunca, yo no, aca nunca, hay que sujetar las trapos. Nos quedamos asi, parados, un precio plenty of fish minuto, tal oportunidad mas, hasta que el aparecido afloja el nudo de la soga. Le hablo. Carencia poco amiguito, debido a llegamos, tranqui, cualquier va an irse bien. Por las proximidades, decenas de clases batallan por su salvacion fi­sica semanal. Nunca las vemos, aunque en los tobillos nos hociquean los monstruos.

Lo subo al silla de detras, adelanto mi butaca, arranco. No pienso pero tampoco dudo. La noche sobre Saavedra nunca seri­a generosa en luces. Pongo Cemic en el Waze No obstante estoy transpirado, asi­ como los dedos manchan el celular, a la pantalla le cuesta deslizarse. Salgo, conozco que queda en Galvan, pase mil veces, estamos cercano. Existen un semaforo en colorado, acelero tocando claxon, un Bondi frena, sigo, nunca Tenemos ninguna persona. Estamos en pandemia, seri­a martes, son las 11 de la noche, todo goza de un aire ido, casi distopico.

Leave a comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *