Su madre estaba en el colchon. Como todos las adictos, nunca tenia concepto sobre la temperatura.

La novia estaba furiosa. Se me acerco rugiendo, no Tenemos otra maneras de describir el ruido, me recordo a mi perra cuando se rompio la cadera y estaba enloquecida de dolor sin embargo habia dejado sobre quejarse y no ha transpirado unicamente grunia.

—Adonde te lo llevaste, hija de puta? Que le queres efectuar, eh, eh? Ni se te ocurra sobar a mi hijo!

Estaba tan cerca que le veia cada Algunos de los dientes, como le sangraban las encias, las labios quemados por la pipa, el hedor a alquitran en el aliento.

—Le compre un helado —le grite, y retrocedi cuando vi que tenia la botella rota en la mano, con la que pensaba atacarme.

—Raja o te fugaz, hija de puta!

El menudo desaseado miraba el asfalto, igual que si no estuviera pasando nada, como En caso de que nos conociera, ni a su origen ni a mi. Me enoje con el novio. Que desagradecido el pendejo, pense, asi­ como sali corriendo. Entre en mi hogar lo mas veloz que pude, pero las manos me temblaban y no ha transpirado me costo hallar la espita. Encendi todas las luces, en mi cuadra nunca se habia cortado la electricidad, por suerte tenia miedo de que la origen mandara a alguien a buscarme, a pegarme, nunca sabia que podia pasarle por la inteligencia, nunca sabia que amigos tenia en la cuadra, nunca sabia nada de la novia. Luego de un rato, subi al primer inmueble desplazandolo hacia el pelo la espie desde el galeria. Estaba acostada, boca arriba, fumando un cigarrillo. El menudo sucio parecia reposar a su aspecto. Me fui a la cama con un libro desplazandolo hacia el pelo un vaso de agua, pero nunca pude leer ni prestarle atencion a la tv; el calor parecia mas intenso con el ventilador encendido, que solo revolvia viento templado asi­ como atenuaba las ruidos sobre la avenida.

A la manana, me obligue a desayunar primeramente de proceder a trabajar. El calor debido a era sofocante asi­ como el sol casi nada terminaba sobre proceder. Cuando cerre la puerta, lo principal que note fue la ausencia de el colchon en la esquina sobre enfrente. Nunca quedaba nada de el menudo inmundo desplazandolo hacia el pelo su origen, nunca habian dejado detras ni un morral ni la mancha ni la colilla de cigarrillo. Ninguna Cosa. Como En Caso De Que De ningun modo hubiesen estado alla.

El cadaver aparecio una semana luego sobre la desaparicion de el menudo desaseado asi­ como su madre. Cuando volvi de trabajar, con los pies hinchados por el sofoco desplazandolo hacia el pelo sonando con la frescura sobre mi vivienda sobre techos altos asi­ como ambientes enormes que ni el esti­o mas infernal podia calentar del cualquier, encontre la cuadra enloquecida, con tres patrulleros sobre la policia, la banda amarilla que aisla las zonas donde ocurrio un delito desplazandolo hacia el pelo cifra de publico amontonada justamente afuera del perimetro. No me costo apreciar a Lala, con las zapatillas de taco blancos y no ha transpirado su rodete dorado; estaba tan nerviosa que se habia olvidado de colocarse las pestanitas postizas del abertura izquierdo desplazandolo hacia el pelo su rostro parecia asimetrica, casi paralizada de un bando.

—Encontraron a la criatura.

A Lala le habian cortado la conexion por carencia sobre paga hacia meses

Nos metimos en mi hogar, nos acostamos en la cama a ver television, con el ventilador sobre tejado dando giros peligrosos sobre tan rapidos y no ha transpirado la ventana de el corredor abierta por En Caso De Que escuchabamos alguna cosa desde la calle que valiera la pena. En la cama, en la bandeja, puse la jarra helada de jugo de naranja y no ha transpirado Lala reino sobre el control remoto. Era raro ver el barrio en la monitor, escuchar por la ventana a las periodistas que corrian, asomarnos desplazandolo hacia el pelo encontrar las camionetas de las diversos canales. Era extrana la determinacion sobre esperar las pormenores del crimen por tele, pero las dos conociamos bien la dinamica de el barrio nadie iba a hablar, nunca con la verdad, aunque sea a lo largo de las primeros dias. Primero, el mutismo, por si alguien sobre las involucrados en el crimen merecia nobleza. Si bien fuera el horrible crimen de un chico. Primero, la boca callada. En unas semanas empezarian las historias. Todavia nunca. Hoy era el momento sobre la televisiin.

Temprano, en torno a de estas ocho sobre la noche, cuando Lala y no ha transpirado yo empezamos una larga velada que arranco con jugo de naranja, siguio con pizza desplazandolo hacia el pelo cerveza asi­ como termino con whisky —abri la botella que me habia regalado mi padre—, la referencia era escueta en el estacionamiento en desuso de la calle Solis habia aparecido un chico muerto. Degollado. Habian colocado la frente a un costado de el torso.

A las diez, se sabia que la inteligencia estaba pelada inclusive el hueso desplazandolo hacia el pelo que nunca se habia encontrado cabello en la secciin. Igualmente, que los parpados estaban cosidos desplazandolo hacia el pelo la lenguaje mordida, nunca se sabia si por el particular menudo muerto o —y lo cual le arranco un chillido a Lala— por las dientes sobre otra sujeto.